Las cicatrices coinciden con los pliegues naturales de los párpados y, con el tiempo, en la mayoría de los pacientes son imperceptibles. Tras la blefaroplastia el paciente notará una tensión por la inflamación de los párpados, así como la presencia de hematomas, que suelen resolverse en 1-2 semanas. Se indicarán una serie de analgésicos para las molestias y frío local para mejorar la inflamación. La mayoría de los pacientes pueden leer o mirar la televisión en 2-3 días, pero no se pueden utilizar lentes de contacto hasta pasadas 2 semanas de la intervención. El uso de gafas de sol y protectores solares es importante durante las primeras semanas y podrá maquillarse para disimular los hematomas.