Consiste en extraer sangre del paciente (como si fuera una analítica normal) para después centrifugar y seleccionar del plasma la concentración más rica en factores de crecimiento (un conjunto de proteínas y plaquetas de nuestra sangre que regeneran los tejidos). El plasma se aplica al cuero cabelludo mediante pequeñas inyecciones con una aguja muy fina. La duración del tratamiento es de unos 20-30 minutos, no es necesario ningún cuidado específico después de la sesión y la incorporación a las actividades es inmediata. No tiene ningún efecto secundario ni produce efectos adversos que el tratamiento se realiza con nuestra propia sangre. Se recomiendan 3 sesiones.