Es un procedimiento quirúrgico que ayuda a mejorar los signos del envejecimiento elevando y tensando los músculos y grasa de la cara y readaptando la piel de la zona. Se pueden tratar las zonas de las mejillas, el cuello y la región frontal.
El lifting facial se realiza de forma aislada o conjuntamente con otros procedimientos como una blefaroplastia o una rinoplastia.
Los candidatos para esta cirugía son aquellas personas con signos de flacidez cutánea, con caída de la musculatura, pero que todavía conservan cierta elasticidad cutánea. Generalmente, se realiza entre los 40-60 años.