Medicina Estética

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Arañas vasculares, cuperosis y angiomas

Elimínalas para siempre y disfruta de tu piel

Las dilataciones vasculares pueden ser únicas en forma de araña o múltiplos (cuperosis). Los angiomas son malformaciones congénitas de tamaño variable que pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, al nacimiento o poco después. Actualmente la tecnología láser es la mejor opción para el tratamiento de los angiomas o puntos rubí, cuperosis y arañas vasculares porque coagula de forma selectiva los capilares dilatados, sin producir daño en la piel.

¿CÓMO SE REALIZA EL PROCEDIMIENTO?

El tratamiento con luz pulsada dirige controlados pulsos de luz en la superficie de la piel. La luz es absorbida por una de las sustancias químicas naturales del propio cuerpo: la hemoglobina en sangre. La hemoglobina convierte la energía de la luz en calor. Este calor es dirigido a la pared de los vasos sanguíneos, los cuales son dañados y eliminados permanentemente por el mecanismo de defensa del propio cuerpo. El tratamiento dura pocos minutos. Cada polvo o emisión de luz, se percibe como un leve picadura o pellizco pero es perfectamente tolerable. Si la cuperosis está asociada a granitos se llama rosácea y requieren un mayor tratamiento médico asociado.

¿CÓMO ES EL PROCESO DE RECUPERACIÓN?

Puede aparecer algún enrojecimiento ligero o hinchazón local en la zona de tratamiento, que desaparece rápidamente de forma que la incorporación a las actividades de la vida diaria es inmediata. Es importante limitar la exposición al sol antes y después del tratamiento (es necesario utilizar un FP50+ al menos unas 2-3 semanas después del procedimiento).

¿CUÁNDO APRECIARÉ LOS RESULTADOS?

Los resultados finales se aprecian pasadas unas 3-4 semanas del tratamiento. En ocasiones, en las lesiones de la cara se necesitan dos sesiones para tratar estas venitas. En las varículas de las piernas, dependiendo de la severidad de las lesiones, son necesarias de dos a cinco sesiones para eliminarlas por completo.

Preguntas frecuentes

Unos de los factores que más pueden influir a la hora de someterse a una cirugía estética es el hecho de ser fumador. Muchos centros se niegan a realizar tratamientos a pacientes fumadores, debido a los posibles riesgos que están asociados al consumo del tabaco. Esto hace que algunos pacientes mientan acerca de su hábito, lo cual lo hace un hecho muy peligroso, ya que el tabaquismo puede ralentizar el proceso de curación, e incluso aumentar los riesgos y complicaciones de la cirugía en un 300%. Por lo tanto, si es fumador/a, una buena idea es dejar de fumar antes de la cirugía o por lo menos poner este hecho en conocimiento de su cirujano.
Lo más importante a la hora de hacerse una cirugía plástica es que el paciente tenga expectativas realistas del beneficio de la cirugía, así como conocimiento de los posibles riesgos. Muchos de los problemas de satisfacción de los resultados de una cirugía plástica que se generan después de operarse son porque las expectativas, lo que se espera, no son acordes a los posibles resultados de qué se podrían obtener.
Los mayores riesgos de las operaciones de cirugía plástica estética son: infección, cambio sensorial en/o alrededor de la zona operada, decoloración de la piel, asimetría, necrosis de los tejidos, formación de tejido mal cicatrizado, dolor y reacciones alérgicas a la anestesia.
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